EL BANCO PALMAS Y EL DESARROLLO LOCAL (Colaboración de Genoveva López Morales)
Los bancos comunitarios son un fenómeno de gran envergadura en Brasil. Éstos pueden ser definidos como una práctica de las finanzas solidarias de apoyo a las economías populares de territorios con bajo índice de desarrollo humano. Están estructurados en torno a dinámicas asociativas locales y se apoyan en una serie de herramientas que pretenden generar y ampliar la renta del territorio. Generalmente, las herramientas que usan suele ser el fondo de crédito solidario, moneda social, mercados de productores locales y capacitaciones en economía solidaria.
La diferencia que los Bancos Comunitarios (BC) tienen con los microcréditos tradicionales es que estos últimos generalmente están orientados a personas particulares, mientras que los BC, están orientados a zonas geográficas relativamente amplias. En la actualidad, hay más de cien Bancos Comunitarios en Brasil.
El promotor de todos ellos es el Banco Palmas, el primer banco comunitario en Brasil, el cual surgió en 1998 fruto de la lucha vecinal en el distrito Palmeiras en los años 70, próximo a la ciudad de Fortaleza. La semilla del proceso fue una asociación vecinal que promovió un club de trueque al estilo argentino, el cual evolucionó a un banco comunitario con moneda social y que ahora, se está planteando dar el salto al dinero electrónico.
El proceso de implantación de la moneda fue lento pero seguro, "al principio había muy pocas tiendas (que admitían la moneda), en torno a 15 o 20, luego la gente se fue animando hasta llegar a 240" nos cuenta Tatá, una trabajadora del Banco que ha acompañado la moneda social desde el inicio. La mortalidad de los negocios al inicio era altísimo, la mayoría no superaban los dos años, ahora, existen muchas tiendas que llevan vendiendo más de diez años.
Fuente: Ariádne Scalfoni. 2014.
El desarrollo que ha experimentado el comercio local gracias a la moneda ha sido espectacular, pasando de un 20 a un 97 por ciento. "La moneda no fue la única razón, pero desde luego sí un catalizador" afirma Asier Ansorena, el responsable del Instituto Palmas".
Ahora el Banco Palmas se está planteando dar el salto al dinero electrónico, el e-dinheiro, ya que la moneda en papel, debido al deterioro que sufre, sale cara. Su nueva propuesta es el teléfono móvil. La lógica es buena ya que van a crear una competencia a las grandes empresas de tarjetas de crédito como Visa o Mastercard. Cada vez que una persona paga con una de estas tarjetas, las grandes multinacionales cobran un 4% a las tiendas, el e-dinheiro supone sólo un 2% , el cual irá íntegramente al banco. "La moneda fue un viabilizador y un símbolo, pero no un fin, el fin es mejorar la vida de las personas" nos dice Asier, una vez conseguido que el comercio local sea alto, lo que pretenden es establecer un puente con los núcleos urbanos más próximos, como la ciudad de Fortaleza, de tal manera que la riqueza de Fortaleza repercuta en el Banco Palmas y por lo tanto en la comunidad.
Cada vez que una persona pague en Fortaleza con el e-dinheiro, el Distrito Palmeiras se verá enriquecido, además "la moneda electrónica tiene una serie de libertades: es más ecológica, más barata, no se estropea, más sencilla para hacer las transferencias y compras y más segura" afirma Joaquim de Melo, fundador del Banco Palmas.
El proceso es muy interesante y los niveles de creatividad también. No obstante, este nuevo modelo me hace saltar algunas alarmas sobre los procesos de desarrollo comunitario, como por ejemplo qué tipo de negocios se van a elegir para implantar el e-dinheiro. Pienso también en qué medida alargar los tentáculos del Banco Palmas otros núcleos urbanos es importante para el desarrollo local del Distrito Palmeiras o si más bien es importante para la propia sostenibilidad financiera del Banco. A pesar de estas cuestiones, es innegable que el Banco Palmas y los Bancos Comunitarios de Brasil han sido y son un importante instrumento de desarrollo no solo económico, sino también local y social.
Comentarios
Publicar un comentario